Una mujer perdida, así como el espectador al ver el film

Lorna, una joven albanesa residente en Bélgica aspira a comprar un bar con su novio Sokol, para ello se asocia con Fabio, un mafioso de poca monta. Fabio ha organizado un matrimonio de conveniencia entre Claudy y ella para que así pueda obtener la nacionalidad. Según el plan de éste, Lorna debería casarse más tarde con un delincuente ruso que también pretende adquirir la nacionalidad belga, pero para que este segundo matrimonio sea posible, Fabio planea asesinar a Claudy. ¿Permanecerá Lorna en silencio? Un guión espectacular, galardonado en el Festival de Cannes, pero una trama que aburre por su larga duración y el espesor de la historia, sin mencionar que si tomamos el principio y el final parece que hubiesemos visto dos películas unidas en algún momento. Buenas actuaciones, aunque por momentos todos queremos matar a la protagonista (no literalmente), aunque capaz que si aparecía un Jason con la motosierra el espectador se hubiese entretenido más, y quizás hasta le hubiese encontrado un fin a la película: el absurdo, la bizarrez...Porque con todo lo que le pasa a la pobre de Lorna en 105 minutos, que apareciese el asesino de Viernes 13 en el medio de una escena, sería lo de menos...