Luego de un par de años sin ver a Joaquín Phoenix, éste y Gwyneth Paltrow (a quién tampoco hemos visto últimamente) se involucran en una tierna y emocionante historia que describe un amor cuasi adolescente. Crean personajes que llaman la atención inmediata del espectador al comportarse de un modo infantil.
La historia se centra en el personaje de Joaquín, un hombre depresivo de mediana edad, el cual aún vive con sus padres. En sencillas palabras es "un niño en el cuerpo de un adulto" que no asume nuevos riesgos desde la muerte de su antigua novia. En su mismo apartamento conoce a la que será su rubia enamorada, ésta más joven que él, lo mira con ojos de un amigo y poco a poco entablan una relación muy a lo "Crepúsculo" y se entra en el cliché del hombre que le gusta la chica, pero la chica tiene novio, y no solo eso sino que el "novio" es su jefe, y posee una familia paralela. Un Phoenix sensible, como nunca se ha visto antes, mueve cielo y tierra para conquistar a la devastada de Paltrow, y en su intento redescubre su deseo de vivir.
Una película que sorprende, con buenas actuaciones, pero con personajes tan enredados e infantiles que resultan poco creíbles.
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